Pensamiento: Muchos piensan que esta nación es un reino, un país o una patria, pero en realidad, feliz es la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él escogió para si, podemos decir que esta nación es la Iglesia. Así es, somos el pueblo elegido del Señor, comprado por la sangre preciosa de Jesús. Por lo tanto, hemos nacido de nuevo, debemos conducirnos de una manera digna de nuestra nueva patria; que seamos sus embajadores, peregrinos en este mundo extraño, hasta que el Señor nos conceda a ir al cielo, y allá regocijaremos en nuestro Dios y Salvador.
Oración: Gracias Padre por haber llegado a mí y me haber invitado a ser parte de esta gran nación elegida. Y el Señor dice que somos felices porque nuestro Dios es el Señor. Muchas gracias Padre por haber elegido para su herencia. Yo oro en el nombre de Jesús. Amén.
Tweet |